Llamas por teléfono varias veces seguidas y a la tercera, por fin, me cogen el teléfono.
–Sí, dígame.
–Soy Carmen, de…
–Ah! Hola Carmen, disculpa pero estoy reunida, te llamo en cinco minutos.
Lo que iban a ser cinco minutos fue más de una hora. Cuando a la hora me devuelve la llamada, le dije que ya no necesitaba nada, que iba a publicar un artículo al día siguiente en relación a una nota de prensa que me había enviado, pero que ya era tarde porque la edición del periódico del día siguiente estaba cerrada.
–Vaya, perdona, no sabía que te corría tanta prisa.
–Tampoco me diste la opción de decirte nada (pensé). No te preocupes, gracias de todas formas.
Cuando envías una nota de prensa a los medios de comunicación, lo normal es que los medios se interesen y quieran realizar alguna entrevista, por lo tanto, hay que atenderles debidamente y dejar las reuniones para otro momento, o reunirse con los jefes a sabiendas de que te van a bombardear el teléfono con llamadas, o lanzar la nota de prensa cuando no tengas reuniones y estés libre. Otra opción es facilitar en la misma nota de prensa el teléfono de contacto de la persona a la que entrevistar, que habría que avisar con tiempo para que esté totalmente disponible si le llaman desde algún medio de comunicación, y olvidarte.
Volvamos al principio. A la tercera va la vencida. Tuvo que sonar el teléfono tres veces para que me lo cogiera y fue un milagro que lo hiciera porque, si estaba reunida, podría haberlo puesto en silencio. Pero quiso descolgarlo dada mi insistencia, a pesar de no conocer el teléfono desde el que le llamaba. Cualquiera con sentido común sabe que cuando una persona insiste es porque algo quiere de ti y quizá es urgente. La conversación podría haber cobrado otro talante:
–Sí, dígame.
–Soy Carmen, del diario X.
–Ah! Hola Carmen. Mira, estoy reunida. ¿Te puedo llamar más tarde o es algo urgente?
–Pues mira, la verdad es que me corre un poco de prisa. Me gustaría localizar a este médico que aparece en la nota de prensa lo antes posible, porque antes del mediodía necesito entrevistarle para publicarlo en el diario. ¿Me lo gestionas?
–Sí, claro, ahora mismo le llamo por teléfono y le digo que le vas a llamar. Lo puedes localizar en el: XXX XXX XXX
–Muchas gracias. Ya siento haberte interrumpido y las prisas, pero ya sabes que siempre vamos a mil.
–No te preocupes. Gracias a ti. Avísame cuando se publique.
–Por supuesto. Cuenta con ello. Un beso.
–Un beso.
Calculando el tiempo de conversación, no excede los dos minutos. Y dos minutos arriba, dos minutos abajo, ya que descuelgas el teléfono, al menos dame la opción de poder explicarte la razón de mi llamada. Porque, en última instancia, lo que te interesa es mantener una buena relación con los periodistas y que cuantos más medios entrevisten al médico, mejor. Salimos todos ganando.
Carmen Cáceres Calle